La Navidad es un tiempo de reuniones, villancicos… y mensajes llenos de amor. Desde la biblioteca, os proponemos participar en un concurso de cartas de Navidad. Solo tenéis que elegir un destinatario y dar rienda suelta a vuestros sentimientos.
Hoy, El Quijote, y en especial uno de sus personajes, Dulcinea, ha cobrado vida en nuestra biblioteca, para el alumnado de 3º ESO. De la mano de Concha Rodríguez, de ESTAMPA TEATRO, S.L., y gracias al Área de Igualdad de la Diputación de Badajoz, los alumnos han podido disfrutar de un divertido monólogo que trata el “Efecto Dulcinea”, un síndrome que sufren quienes, a fuerza de vivir enredados en la red, acaban cegados de amor por seres imaginarios, desconocidos e inexistentes.
Una forma divertida de conectar pasado y presente.
Detrás de Alberto Caeiro se esconde en realidad Fernando Pessoa, escritor portugués que creó infinidad de heterónimos a lo largo de su vida. Los heterónimos fueron diversas personalidades que acuñó el poeta, no pseudónimos, sino auténticas personalidades creativas distintas, de las cuales las más destacadas fueron Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó estilos literarios propios.
Tras la muerte de su padre, su madre contrajo segundas nupcias con el cónsul de Portugal en Durban, Sudáfrica, donde transcurrió el resto de la infancia y la adolescencia del escritor, recibiendo una educación británica. Sus primeros textos y estudios fueron redactados en inglés. En 1903 se presentó a las pruebas de ingreso para la Universidad del Cabo de Buena Esperanza. Terminó con éxito sus estudios en Sudáfrica y, tras realizar en la Universidad el Intermediate Examination in Arts, regresó a la capital portuguesa en 1905.
Pessoa seguía escribiendo poemas en inglés y en esa época entró en contacto con importantes escritores de la literatura portuguesa, en especial con la obra de Cesário Verde. A partir de 1908 se dedicó a la traducción de correspondencia comercial, trabajo que realizó a lo largo de toda su vida.
Su primer libro de poemas, y el único publicado en vida, apareció en inglés en 1918. Su primera obra en portugués, el poema patriótico Mensagem, única que publicó en vida, no apareció hasta 1933.
Fernando Pessoa fue uno de los introductores en su país de los movimientos de vanguardia. Su obra completa no fue publicada hasta después de su muerte.
Cuando llegue la primavera, la naturaleza seguirá su ciclo y Alberto Caeiro encuentra alegría en un tema que genera confusión y lágrimas. La vida continuará, sin necesidad de la vida privada de un individuo.
¿Cómo se le ocurrió combinar alegría y muerte en una misma frase? El autor lo hace, no de forma impersonal, sino real, porque la muerte no tiene por qué ser infeliz.
El poema es reconfortante y conflictivo a partes iguales. Nos enfrenta a decir lo que ya sabemos, pero no queremos creer: que vamos a morir y que la vida continúa, y consuela exactamente por la misma razón.
El autor no teme hablar de la cruel obviedad de la realidad, sin espiritualizar ni aportar significados ocultos a la última etapa de la secuencia de la vida. Caeiro es claro en sus palabras, es fácil de entender, no tiene ganas de ser difícil, es sencillo. Como la vida, quien nace muere. Morir es el precio por estar vivo.